Cuando me adentré por primera vez en el desarrollo personal, intenté crear tantos hábitos positivos como fuera posible.
Establecí una rutina matutina, empecé a meditar, fui al gimnasio con frecuencia y leí al menos un libro a la semana.
Sin embargo, un año después, no me sentía más feliz, ni más realizada, ni había mejorado.
Y no entendía por qué mi vida no cambiaba a pesar de haber creado todas estas nuevas y poderosas rutinas.
Cambia tus hábitos y cambiarás tu vida es una de las audaces promesas del mundo de la autoayuda y no sabía por qué no me funcionaba.
Pero es cierto: tus rutinas pueden cambiar tu vida.
Sin embargo, lo que pasé por alto es que esas buenas rutinas no valen de mucho si no te desprendes primero de tus hábitos negativos.
Muy a menudo, son nuestras pequeñas y dañinas rutinas las que rompen nuestro éxito, no la falta de las buenas.
Los siguientes hábitos no son ciertamente fáciles de abandonar, pero una vez que los dejes ir, no sólo te sentirás aliviado sino también con mucha más energía en tu vida diaria.
1. Haces una montaña de un grano de arena.
¿Alguna vez has tomado una gran decisión porque has pasado mucho tiempo pensando en ella?
Yo tampoco.
La verdad es que nunca tomamos buenas decisiones por pensar demasiado.
Según Malcolm Gladwell, tomamos todas nuestras decisiones en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, no somos conscientes de ello y queremos tener una razón lógica. Por eso complicamos en exceso la mayoría de nuestras decisiones.
En su libro Blink, Gladwell explica cómo todas nuestras decisiones se basan en nuestra intuición.
No tomamos las decisiones correctas pensando lógicamente, sino que tratamos de encontrar argumentos para las decisiones que ya hemos tomado basándonos en nuestro instinto.
Pero la vida es mucho más fácil y divertida si te dejas llevar por la corriente, te permites cometer errores y corregir el rumbo por el camino.
Dedicar tiempo a pensar en los problemas o las decisiones puede parecer inteligente, pero no lo es.
La mayoría de la gente le da demasiadas vueltas a las situaciones cotidianas y acaba pasando horas y horas sin producir resultados.
Cómo cambiarlo:
Los pequeños pasos pueden conducir a cambios enormes: ¿Por qué no intenta elegir su próxima comida en un restaurante más rápido de lo que suele hacer?
¿Por qué no ser el que sugiere dónde ir y qué hacer cuando sales con tus amigos en lugar de decir "no sé" o "me da igual"?
Intenta tomar el control de las pequeñas cosas de tu vida. Da lo mejor de ti para tomar las decisiones sin importancia lo antes posible.
2. Te obsesiona la opinión de los demás.
¿Con qué frecuencia te desanimas por culpa de las opiniones de los demás?
Lo más probable es que tu respuesta sea demasiado a menudo.
La mala noticia es que nunca podrás satisfacer a todo el mundo. La buena noticia, sin embargo, es que eso no importa.
Tienes una sola vida y no necesitas desperdiciarla viviendo según los estándares de los demás.
Cómo cambiarlo:
No puedes ser el favorito de todo el mundo, pero sí puedes ser tu propio héroe y salvarte a ti mismo.
Deja de silenciar tu voz interior para satisfacer a los demás y empieza a compartir tu luz con el mundo.
3. Vive para el fin de semana.
Mucha gente desperdicia su vida esperando el fin de semana.
Esta es una trampa especialmente peligrosa para las personas que no son felices en sus trabajos y pasan toda la semana sobreviviendo en lugar de vivir.
Pero la verdad es que los fines de semana son sólo una pequeña parte de tu vida. No puedes ser infeliz de lunes a viernes y esperar que el fin de semana compense esos sentimientos negativos.
Una semana es un periodo estupendo para establecer objetivos pequeños y realistas y hacer un seguimiento de tus progresos. Y si te gusta lo que haces, cada lunes es una nueva oportunidad para crear una semana increíble.
Cómo cambiarlo:
Nadie odia los lunes. O bien odias tu trabajo, tus compañeros, tu jefe o cualquier otra cosa relacionada con el lunes, pero desde luego no el día en sí.
Si vives una vida que amas, apreciarás cada día como una oportunidad para compartir tu regalo con el mundo.
Deja de culpar al lunes e identifica la parte de tu vida que realmente odias. Esa es la única manera de eliminarla y crear una semana y una vida que realmente disfrutes.
4. Tienes miedo al cambio.
No tienes que alegrarte de todo lo que ocurre en la vida. Sin embargo, tu miedo no debería frenarte.
Todos sabemos que las cosas podrían ser mucho peores en cualquier momento de nuestras vidas.
Incluso el hecho de que estés leyendo este artículo ahora mismo indica que te encuentras entre las personas más ricas y privilegiadas del mundo.
La vida está cambiando más rápido que nunca y es posible que nos enfrentemos a nuevos retos cada día. Por eso, las personas más adaptables siempre ganarán a largo plazo.
Cómo cambiarlo:
Dejar de tener miedo es más fácil de decir que de hacer, pero es probablemente uno de los consejos más infravalorados.
Aunque los cambios puedan ser inciertos, casi siempre tienen un aspecto positivo.
5. Intentas complacer a todo el mundo.
¿Con qué frecuencia te encuentras haciendo algo sólo para hacer feliz a otra persona?
Claro que, a veces, es estupendo y necesario hacer algo sólo para hacer feliz a alguien, pero la mayoría de las veces, el problema es nuestra incapacidad para decir que no.
Si no puedes decir que no a las cosas equivocadas, no podrás decir que sí a los proyectos, las personas y las oportunidades que realmente te entusiasman.
Cómo evitarlo:
Sé consciente de tu autoestima. Recuérdate a ti mismo lo que quieres y lo que tienes que hacer para conseguirlo. Decir sí a los demás a menudo significa decirse no a uno mismo.
Si siempre intentas complacer a los demás, estarás ignorando tus propios deseos.
El primer paso, sin embargo, es saber a qué aspiras realmente. Tienes que ser consciente del propósito de tu vida, de tus objetivos y de tus prioridades.
Una vez que conozcas tus prioridades y las cosas que quieres conseguir, perderás menos tiempo en los deseos de los demás.
6. No puedes aumentar la calidad de tu vida si siempre vives al día y estás rodeado de cosas que no necesitas.
Cómo cambiarlo:
Acostúmbrate a ahorrar tu dinero antes de gastarlo y evita la trampa de malgastar todo tu sueldo en bienes de consumo.
Tarde o temprano, puedes enfrentarte a emergencias inesperadas. Cuando estas situaciones se produzcan, te alegrarás de tener una red de seguridad en lugar de esperar a tu próximo pago.
7. Vives en el pasado.
La forma más segura de vivir una vida miserable es pasar demasiado tiempo preocupándose por el pasado.
Si quieres ser feliz y sentirte realizado, tienes que aprender a estar presente y disfrutar de las pequeñas alegrías de las situaciones cotidianas.
En lugar de pensar en los errores del pasado o de temer el futuro, intenta estar plenamente presente en este momento. Porque el ahora es el único momento en el que puedes influir y cambiar.
No puedes cambiar nada del pasado y no puedes determinar tu futuro. Pero puedes dar lo mejor de ti para disfrutar de cada momento y vivir intencionadamente.
"No te quedes en el pasado, no sueñes con el futuro, concentra la mente en el momento presente. "
- Buda
Cómo cambiarlo:
Empieza a centrarte en el ahora. ¿Qué puedes hacer hoy para vivir tu mejor vida?
Establece intenciones diarias, céntrate en tus objetivos y piensa en todas las cosas por las que estás agradecido.
Escribir un diario, por ejemplo, es un método excelente para estar más presente y centrarse en el momento. Al escribir lo que agradeces y lo que sientes en cada momento, aprenderás a estar más presente y a escuchar tu interior.
8. Te estás hablando mal a ti mismo.
Imagina que tienes un amigo que te sigue las 24 horas del día, diciéndote cosas como:
"Estás demasiado gorda".
"Eres fea".
"No puedes hacer eso".
"No vales la pena".
¿Disfrutarías de la compañía de ese amigo?
Probablemente no.
Sin embargo, con demasiada frecuencia, nosotros mismos somos ese amigo. La mayoría de las personas son profesionales en hablar de sí mismas. Pero tu relación contigo mismo es la más importante.
Eres la única persona que estará contigo para siempre.
Así que asegúrate de llevarte bien contigo mismo y sé tu propio animador en lugar de tu propio crítico.
"Observa tus pensamientos, se convierten en tus palabras; observa tus palabras, se convierten en tus acciones; observa tus acciones, se convierten en tus hábitos; observa tus hábitos, se convierten en tu carácter; observa tu carácter, se convierte en tu destino".
- Lao Tzu
Cómo evitarlo:
Céntrate en tus puntos fuertes y en tus logros.
Es fácil sentirse confiado y orgulloso cuando se consiguen grandes cosas, pero tienes que ser tu propio fan, incluso si fracasas estrepitosamente.
A lo largo de tu vida, conocerás a muchas personas que intentarán desanimarte o no respetarán tus logros.
Pero no importa lo que digan los demás, tienes que ser fiel a ti mismo.
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